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Viaje a Berlín

Mi Viaje a Berlín, Alemania.

«Viaje a Berlín. Al final de aquella inmensa avenida, se alza solemne y coronada con una cuadriga de cobre, la Puerta de Brandemburgo, antiguo símbolo de la división de Berlín. Cerca de allí es muy fácil observar los adoquines que marcan a lo largo de toda la ciudad el camino del antiguo paso del Muro de Berlín»

FICHA TÉCNICA

Viaje a Berlín

Emocionante viaje a Berlín el que hemos realizado mi hijo y yo. Un acercamiento a recientes acontecimientos de la historia mundial. Una historia tan real como increíble, tan absurda como llena de humanidad.

Salimos un jueves por la mañana con destino a Berlín, vía Bruselas. A las 5 de la tarde, con un tiempo magnífico, llegábamos a nuestro hotel situado en Alexander Platz, junto a la torre de la televisión alemana, y a las 6 ya estábamos preparados para comenzar nuestra andadura por la ciudad.

Situación

Berlín es la capital de Alemania y está situada al noreste del país. Es la ciudad más poblada del centro de Europa y se encuentra a unos noventa kilómetros de la frontera con el país polaco.

Diario de Viaje a Berlín: Día 1 en Berlín

Iniciamos el paseo por la avenida Unter den Linden hacia la Puerta de Brandemburgo. Unter den Linden es el bulevar más tradicional y conocido de la ciudad, el lugar de encuentro y reunión de muchos berlineses. Esta amplia avenida flanqueada por hermosos tilos conduce a un antiguo coto de caza en uno de los jardines más bonitos que conozco: Tiergarten.

Monumento del Auto de Fe

Caminamos hacia los jardines observando atentamente cuanto nos rodeaba. La catedral nos llamó inmediatamente la atención. Era tarde para visitarla, así que continuamos andando hasta llegar a Bebelplatz. Lugar donde, el día 10 de mayo de 1933, los nazis quemaron cerca de 40000 libros. Sobre el suelo de la plaza, el Monumento del Auto de Fe nos permite observar a través de una sencilla placa de cristal una especie de biblioteca con estanterías blancas totalmente vacías.

Neue Wache

Cruzando la calle, la Neue Wache acoge el Monumento a las víctimas del fascismo y del militarismo. En su interior, bajo un enorme óculo se aloja la estatua de una madre con su hijo muerto en los brazos, simbolizando el sufrimiento de los berlineses durante la segunda guerra mundial.

Puerta de Brandeburgo

Al final de aquella inmensa avenida, se alza solemne y coronada con una cuadriga de cobre, la impresionante Puerta de Brandeburgo, antiguo símbolo de la división de Berlín. Cerca de allí es muy fácil observar los adoquines que marcan a lo largo de toda la ciudad el camino del antiguo paso del Muro de Berlín.

Tiergarten

Cruzamos la histórica puerta y tras ella un enorme parque de 200ha, considerado el pulmón verde de Berlín, se extiende en todo su esplendor. Tiergarten, antiguo coto de caza, ha pasado a ser una gran zona verde para uso y disfrute no sólo de los berlineses, sino de todos los que hemos tenido la fortuna de llegar hasta allí. Nos adentramos tranquilamente en aquel frondoso bosque respirando un aire fresco y agradable.

Monumento al Holocausto

Atravesamos los caminos interiores hasta desembocar en un solar donde 2711 estelas de hormigón de diferentes tamaños forman una extraña y sorprendente representación en homenaje a las víctimas judías de los crímenes nazis. El Monumento al Holocausto. Paseamos entre aquellos bloques de hormigón en silencio, con respeto, conscientes de su significado.

Monumento Soldados Soviéticos

Media hora después iniciábamos el camino a lo largo de la Avenida 17 de Junio hasta llegar a otro significativo lugar. El Monumento en honor a los soldados soviéticos caídos durante la segunda guerra mundial. Una gran estatua erigida junto a la avenida y dos tanques, supuestamente los primeros que entraron en la ciudad, forman un conjunto representativo en honor de los 80000 soldados rusos fallecidos durante la conquista de Berlín.

Terminamos el día tomando un café en una de las muchas terrazas junto al Río Spree.

Diario de Viaje a Berlín: Día 2 en Berlín

Iniciamos el día 2 de nuestro viaje a Berlín siguiendo el itinerario que habíamos planeado previamente. En primer lugar nos dirigimos a la Catedral de Berlín, un templo de estilo neo-barroco construido entre finales del siglo XIX y principios del XX, principal iglesia de la corte de la Dinastía Hohenzollern y lugar en el que se daba sepultura a los miembros de la familia.

Recorrimos el interior de la iglesia y llegamos hasta los sótanos, donde una imponente cripta alberga más de 90 tumbas pertenecientes a los miembros de la familia imperial. Los sarcófagos y el silencio allí reinante infunden respeto y miedo al mismo tiempo.

Seguidamente decidimos subir hasta la cúpula de la catedral. 270 escalones conducen hasta lo más alto, y aunque el camino es un poco extraño, las vistas que ofrece del centro de la ciudad de Berlín son espectaculares. Una vez fuera de la catedral, contemplamos el aspecto ennegrecido del edificio debido al incendio que se produjo en el año 1944 tras ser bombardeada y destruida la cúpula.

La Isla de los Museos

Muy cerca de la Catedral de Berlín se encuentra La Isla de los Museos. Un conjunto de cinco museos declarado Patrimonio de la Humanidad por LA UNESCO en 1999. Teníamos el tiempo contado y no disponíamos de mucho en nuestro viaje a Berlín. Tomamos la decisión de visitar únicamente dos de ellos. El Museo Nuevo y el Museo de Pérgamo.

Museo de Pérgamo, Viaje a Berlín

El Museo de Pérgamo contiene una de las colecciones antiguas más importantes del Mundo con tesoros de incalculable valor. El Altar de Pérgamo cuya reproducción a tamaño natural nos dejó boquiabiertos, la Puerta del Mercado de Mileto junto al que destaca un maravilloso mosaico sobre el suelo, la Puerta de Ishtar, la Vía de las Procesiones de Babilonia, la Fachada del Castillo Omeya de Mschatta. Un museo digno de recorrer y disfrutar en su totalidad.

El Museo Nuevo

El Museo Nuevo alberga colecciones egipcias, prehistóricas y protohistóricas, destacando, sin lugar a dudas, el impresionante busto de Nefertiti, madre de Tutankamón, iluminado exclusivamente por un haz de luz en una sala octogonal, y ante el que nos detuvimos para admirarlo ensimismados. Abandonamos la Isla de los Museos para callejear por la ciudad de Berlín. Había muchos rincones interesantes por descubrir.

Plaza de la Gendarmería, Viaje a Berlín

La Plaza de la Gendarmería, considerada la más bella de la ciudad con la sala de conciertos en el centro y las dos catedrales gemelas (la francesa y la alemana) a ambos lados. Hicimos unas cuantas fotografías y continuamos nuestro camino hasta llegar a uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad.

Checkpoint Charlie

El más famoso de los pasos fronterizos del Muro de Berlín entre los años 1945 y 1990. Estaba situado entre la zona de control estadounidense y la soviética. Fue escenario de huidas espectaculares del Berlín Este hacia el Berlín Oeste. El 22 de junio de 1990, tras la Caída del Muro fue desmontado, pero posteriormente, hacia el año 2000, se reconstruyó debido a los deseos de los habitantes de la ciudad.

Es una de las principales atracciones turísticas. Allí, junto a un trozo del antiguo muro de Berlín se encuentra un museo de fotografías dando a conocer su historia. Recorrimos la zona imaginando la actividad de tanques y militares en tiempos pasados.

Museo Judío, Viaje a Berlín

Continuamos caminando con dirección al Museo Judío cuando nos llamó la atención un antiguo edificio con un cartel publicitario en la puerta: STASI (Ministerio para la Seguridad del Estado). Habíamos oído hablar de esta organización, y sabíamos que estuvo en estrecha colaboración con la KGB, pero lo que desconocíamos era que supervisaba la actividad política de la República Democrática Alemana a fin de detectar comportamientos subversivos y/o contrarrevolucionarios, que fue una organización que aterrorizó a gran parte de los berlineses desde el fin de la guerra hasta su disolución tras la Caída del Muro en 1989, y que fue reconocida como uno de los servicios de inteligencia más efectivos del Mundo.

Nos adentramos en el edificio y comprobamos la enorme cantidad de documentación que se conserva en aquel archivo. El problema fue que absolutamente todos los datos estaban escritos en alemán, sin traducción alguna, y fue imposible entenderlos.

Pocos minutos después, llegábamos al Museo Judío. Un exótico edificio con forma de relámpago que no pasa inadvertido al visitante. Tres rutas componen el recorrido del museo: la ruta de la exclusión, la ruta del exilio, y el eje principal del museo que simboliza la vida y la relación alemana-judía. La visita resultó sombría y tétrica, aunque tengo que reconocer que muy interesante.

La tarde estaba avanzada y aún teníamos en mente un par de sitios para visitar.

Museo de la Topografía del Terror

Emplazado en el lugar donde se encontraba el antiguo cuartel general de la Gestapo, las SS y la Seguridad del Reich. Cientos de fotografías expuestas al aire libre, junto a un tramo del Muro de Berlín, muestran al mundo entero la trágica historia de la ciudad. Cerca de esta exposición, en el interior de un sobrio edificio considerado centro de documentación y visitantes, imágenes retrospectivas ponen a la vista la represión nazi en todo su apogeo, intentando que nadie olvide su horrible pasado.

Potsdamer Platz, Viaje a Berlín

Siguiendo la antigua división entre Berlín Este y Berlín Oeste alcanzamos el centro neurálgico de la ciudad, Potsdamer Platz. Mientras paseábamos entre los gigantescos rascacielos que rodean la plaza, sentimos que traspasábamos la barrera entre el pasado y el futuro.

East Side Gallery

No queríamos finalizar aquel agitado día, sin contemplar con nuestros propios ojos una de las zonas más asombrosa de Berlín. East Side Gallery. Así pues, subimos a un tren de cercanías para llegar allí. Una exposición al aire libre a lo largo de 1316m compuesta de 103 grafitis pintados por artistas de todo el mundo rinde homenaje a la libertad y la esperanza tras duros años de sufrimiento. A lo lejos, el Puente Oberbaumbrücke sobre el  Río Spree es testigo mudo de estas obras de arte. Dimos por terminada la jornada, cenando comida típica alemana en un bonito restaurante junto a Alexander Platz.

Diario de Viaje a Berlín: Día 3 en Berlín

Llegan a su fin nuestros tres días de viaje a Berlín y este último amaneció radiante, con un cielo azul completamente despejado. Tras desayunar nos dirigimos a Berliner Unterwelten, una empresa que ofrece visitas guiadas para recorrer el subsuelo urbano. Elegimos el Tour M (El Muro y sus rupturas).

Una joven guía, muy amable y conocedora de la turbulenta historia de los intentos de fugas con sus éxitos y fracasos, nos informó con todo lujo de detalles sobre las vías de escape que utilizaron cientos de ciudadanos para huir de la República Democrática Alemana. Alcantarillas, estaciones fantasmas y túneles subterráneos excavados bajo el pavimento de la ciudad. Un sinfín de alternativas que aprovecharon muchas personas que decidieron escapar hacia la libertad.

Historias de la Guerra Fría, Viaje a Berlín

Cuando terminamos el recorrido nos acercamos al centro de documentación del Muro de Berlín, situado junto a un largo tramo del antiguo Muro. Desde la parte más alta se puede observar la llamada “Zona de la Muerte”, un trozo de terreno construido entre un doble muro para evitar las fugas. En el interior del centro nos llamó mucho la atención una buena cantidad de la alambrada utilizada para separar a familias enteras durante la Guerra Fría.

Conrad Schumann

A lo largo de la calle, espectaculares fotografías reflejan la horrible realidad que sufrieron los habitantes de la ciudad. Es digna de mención la historia del soldado Conrad Schumann, quien con 19 años desertó del ejército de la República Democrática Alemana y cuya vida fue un infierno ya que la STASI no dejó de perseguirle durante toda su vida, hasta que en 1998 se ahorcó al no poder soportar la presión que ejercían sobre él.

Otra de las historias que conmovieron al mundo fue la de un grupo de personas que, estando su vivienda justamente en medio de las dos Alemanias, saltaron desde sus balcones con unos hatillos para huir de la pobreza. Solamente unas pocas lo consiguieron.

Iglesia del Káiser William, Viaje a Berlín

El día avanzaba rápido y aunque teníamos una cita para visitar la Cúpula del Parlamento Alemán, aún tuvimos la posibilidad de acercarnos a la Iglesia del Káiser William. Una iglesia moderna que alberga en su interior una estatua de Cristo con los brazos abiertos y rodeado por 20000 bloques de cristal azul. No nos demoramos demasiado en esta visita, y encaminamos nuestros pasos hacia uno de los símbolos de la ciudad. El Reichstag.

Edificio del Parlamento (Reichstag)

El Edificio del Parlamento (Reichstag) terminó de construirse en el año 1894. Durante sus primeros años fue sede de las fuerzas políticas alemanas. En el año 1933 un incendio arrasó gran parte del mismo y tras la segunda guerra mundial quedó totalmente destruido. En 1956 se inició su reconstrucción sin su cúpula original. Y en 1999 se celebró la primera sesión del Parlamento.

La cúpula actual, con un diseño totalmente futurista, está fabricada con vidrio transparente. Bajo ella es posible ver la Cámara de Debates (Bundestag). Un cono reflector en el centro de la misma dirige la luz solar hacia el interior del edificio. Varias rampas de acero en espiral nos conducen hacia lo más alto de la misma, donde las banderas alemanas ondean suavemente sobre las torres.

Para concluir el día, dimos un paseo por la ciudad aprovechando las últimas horas de la tarde. Cenamos en un restaurante junto a la Puerta de Brandemburgo comentando los acontecimientos vividos durante aquellos tres días en Berlín. Llegamos a la conclusión que es una interesante ciudad muy marcada por la historia.

Más información

En la parte inferior dejamos un par de artículos dedicados a Berlín y su historia. Si interesante es el artículo dedicado a las cicatrices del Telón de Acero, no lo es menos el de la Caída del Muro de Berlín. Los dos nos transportarán a la dura historia vivida en esta ciudad.

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Textos y Fotos: Alicia Gómez.

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