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Gorges du Pont du Diable

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Gorges du Pont du Diable. La Vernaz. Alta Saboya, Auvernia-Ródano-Alpes.

«En les Gorges du Pont du Diable a base de puentes y pasarelas descendemos al cauce del río que continua su marcha por un recorrido sinuoso, labrado año tras año, con la mayor de las paciencias. Poco a poco las aguas se van abriendo paso desgastando la roca y esculpiendo esta maravilla de la naturaleza para el deleite de todos nosotros»

FICHA TÉCNICA

Gorges du Pont du Diable

Este camino equipado, después de un corto paseo por el bosque nos introduce por una grieta. Descendemos a una cueva hasta las aguas que excavan, con el paso de los años, esta impresionante garganta.

Situación

Las Gorges du Pont du Diable se encuentran entre las localidades de Le Jotty y La Vernaz en el departamento de Alya Saboya, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, Francia. Al sur del Lago Lemán, se encuentra este camino equipado que está situado a unos 60km de Ginebra, en tierras suizas y 18Km de Morzine en territorio francés.

Algo de Historia

Las Gorges de Pont du Diable datan de 1892. En aquella época se construyeron las primeras pasarelas de madera y se mantuvieron hasta mediados del siglo XX. Hoy en día el camino se encuentra totalmente acondicionado y es totalmente seguro para la visita. Eso sí, las escaleras descienden muy verticalmente.

Al pie de la Gran Escalera…

«Este enorme bloque que forma un arco por encima de Dranse es un vestigio de la bóveda de origen, es el llamado Puente del Diablo. Antaño fue utilizado como paso por los habitantes de Le Jotty y de La Forclaz, que atravesaban por el sendero que se adivina en la ladera misma de la roca. Aquel atajo les evitaba un recodo de 4km por el puente de Bioge. Se utilizó el Puente del Diablo hasta el primer acondicionamiento turístico, ya en 1893. Una plataforma fue terraplenada por encima del derrumbamiento: sirvió a la vez de acceso al lugar y de paso para atravesar el Dranse.

El acontecimiento turístico de 1893 se debe a un artesano de la región, un carpintero que se había dedicado al turismo instalando pasarelas de las que aún se pueden ver algunos vestigios: unos soportes de hierro forjado o escalones actuales se remontan a 1936 y 1951.

Cuando lo hayáis atravesado, no olvidéis de mirar justo por encima de la parte más grande de la bóveda dislocada; es una enorme peña que destacó el mismo Puente del Diablo, y que se evalúa en casi 5.000 toneladas.

Texto extraído de la información del guía de las gorges.

Formación de las Gorges du Pont du Diable

«La garganta propiamente dicha es pues el resultado del lento trabajo de erosión del Dranse de Morzine. Este trabajo de varias decenas de millares de años se efectuó, sobre todo durante la licuación de los últimos grandes glaciares que cubrían la Cordillera de los Alpes. En aquél momento, el caudal del torrente podía ser unas decenas de veces más importante que hoy en día. Es lo que explica a la vez la importancia y el vigor de la erosión, la garganta alcanza una profundidad de 60 metros. Es la fuerza del torrente la que permitió la cavadura de esas enormes cavidades que percibís a lo largo de las paredes. Son remolinos muy rápidos, que llevándose arena y guijarros, las cavaron: Las llamamos «Marmitas de Gigante».

«La roca en la cual el Dranse se abrió camino es sin embargo bastante resistente ya que se trata de mármol. Es un mármol gris veteado de blanco; pero las paredes fueron recubiertas de un poso de 2 a 5 cm de espesor, traído por las aguas de chorreo, y coloreado él mismo en marrón y verde por óxidos y sales metálicas. En otro tiempo se extraía un mármol rojo y verde de la cantera de La Vernaz, a 2km de aquí. Es debido a que el mármol es una roca compacta y resistente que las paredes se quedaron tal y como el río las había esculpido y pulido. Cuando la roca es más blanda, se deteriora bajo el efecto de la helada y de los chorreos, el perfil de la garganta se ensancha entonces, como se puede comprobar río arriba, cuando lleguemos al final del recorrido».

Texto extraído de la información del guía de las gorges.

Camino Equipado de Las Gorges du Pont du Diable

En la misma carretera se encuentra el aparcamiento de las Gorges du Pont du Diable, así como el restaurante, bar, terraza y tienda de souvenirs. Es aquí donde sacamos las entradas para visitar la garganta. Un bonito sendero ve aquí
su inicio y desciende por un frondoso bosque de hayas, donde se encuentra una caseta de madera que nos da acceso a la entrada de la garganta.

En el descansillo Iluminado: Siguiendo al Guía…

«Tomando la escalera, sin duda habéis tenido la impresión de entrar en una cueva; se trata en realidad de una garganta, una parte muy estrecha del Valle de Morzine. Pues estuvo ahuecada a cielo abierto por el Dranse, excepto aquí, donde a un centenar de metros, unas pérdidas infiltradas en la fisuras cavaron poco a poco un lecho subterráneo. Es en estas galerías, bajo una bóveda muy fisurada que con el paso de los milenios, se deterioró por el efecto de las infiltraciones; se hundió poco a poco , se dislocó y aún, en algunas partes, se desprendió. Los bloques que tenemos por encima de nosotros son los vestigios y origen de esta bóveda. Otros desprendimientos se unieron a ellos, proceden del desmoronamiento de una parte de la montaña de El Jotty. Sin duda habéis notado, a lo largo del camino de acceso, esas aglomeraciones de peñas sobre las que brotó el bosque. Algunos bosque vinieron a empotrarse entre las paredes de la garganta o se superpusieron a la bóveda dislocada».

Texto extraído de la información del guía de las gorges.

Visita de las Gorges du Pont du Diable

Descendemos por una escalinata muy vertical, con descansos en forma de miradores que se asoman al fondo del abismo. Nos encontramos en una gran bóveda y a vista de pájaro contemplamos la garganta por donde en estas fechas fluye tranquilo el río. A base de puentes y pasarelas descendemos al cauce del río que continua su marcha por un recorrido sinuoso, labrado año tras año, con la mayor de las paciencias. Poco a poco las aguas se van abriendo paso desgastando la roca y esculpiendo esta maravilla de la naturaleza para el deleite de todos nosotros.

En la pasarela inferior, Gorges du Pont du Diable

«El Dranse, justo después de su entrada en las gargantas, aminora bruscamente su curso, debido a que la profundidad alcanza aquí unos 6 metros. Cuando con la licuación de la nieve los dos gruesos bloques de derrumbamiento pueden estar recubiertos por el agua que aún a veces sube hasta un metro de la pasarela inferior. Importantes crecidas pueden ser causadas igualmente por lluvias abundantes como en septiembre de 1968 cuando el nivel subió a una quincena de metros. El Dranse en crecida destruyó totalmente las dos pasarelas inferiores».

 Texto extraído de la información del guía de las gorges.

El camino equipado se despide de la cueva que forma el puente natural de piedra y da nombre a las gargantas. Atrás dejamos el «Puente del Diablo» y las pasarelas ahora se acercan al cauce por una preciosa galería natural. El curso de agua discurre tranquilo, quieto, sin prisa, pintado con descaro con el mejor de los azules y nos enseña bonitos rincones moldeados en época de grandes lluvias, donde la bravía de las aguas tumultuosas y desbocadas lamen la piedra y no se detienen a contemplar tanta maravilla, pasando, como rayo que lleva el viento, quizás perseguidas por el mismísimo diablo que evoca este puente.

El color verde del agua, fuera de los periodos de crecidas, se debe a la proliferación de un musgo microscópico que queda en suspensión y da un color característico a los lagos de montaña como los de Montriond al pie de Avoraiz o de Vallón más alto de Bellevaux, por citar sólo a los de la región cercana.

Sin duda habéis admirado la bóveda que forman los árboles por encima de las gargantas. La mayor parte de ellos son hayas, encontrándose también tilos, fresnos, alisos y arces.

Texto extraído de la información del guía de las gorges.

El Retorno de les Gorges du Pont du Diable

Al final del recorrido, notaréis la grandísima diferencia que existe entre la capa de mármol y la zona superior de las magnas calcáreas menos resistentes y que explica el brusco cambio del paisaje.

Cuando la galería se acaba, también salimos de las pasarelas y del camino equipado. Ahora nos toca ascender el desnivel que anteriormente hemos bajado. Por el frondoso bosque, verde y radiante, pasamos en primer lugar por el «Puente del Diablo» disfrutando desde otra perspectiva del monumento natural. Vamos en busca de la caseta de madera donde empezamos nuestro recorrido y entrada a la garganta. El paseo por el bosque, tranquilo y reconfortante, apenas nos deja ver los rayos de sol por su frondosidad. De cuando en cuando nos encontramos bancos para hacer descansos, muy apropiados sobre todo para las personas entradas en edad. En poco tiempo llegamos al inicio de las gorgas y un poco más adelante retornamos de nuevo a la tienda de souvenirs, al bar, a la terraza y al parking de las Gorgas du Pont du Diable.

Más Información

El Dranse de Morzine que se extiende a lo largo de la carretera se reúne en Bioge, 1km río abajo, con el Dranse de Abondance y de Bellevaux, que se llama también Brevón. La reunión de los tres ríos desemboca en el Lago Léman, en Vongy, cerca de Thonon. El Embalse del Jotty localizado 1km río arriba, contiene la mayor parte del Dranse de Morzine, el cual es después desviado por un túnel y una conducción forzada a la central hidroeléctrica de Bioge.

El dato de Gorges du Pont du Diable

Las personas mayores pueden tener problemas para descender las escaleras de la garganta. Estamos hablando de una escalera estrecha y muy vertical.

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Enlaces de Interés

Textos y Fotos: Acampamos.com y Guía de les Gorges.

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